Ayer, asistí a una visita teatralizada sobre la Peste en Málaga. La epidemia de peste de 1637 fue la peor a la que se enfrentó la ciudad en su historia. De la mano de "Tierra malacitana" pudimos disfrutar de un rato muy agradable, recorriendo parte del casco antiguo (la antigua aduana, la catedral, el "carnero") mientras nos contaban, a su manera, lo que aconteció en el siglo XVII.
Es curioso atender a lo que supuso aquella epidemia viviendo actualmente esta pandemia de la que aún no nos libramos. Tal vez encontréis ciertos paralelismos, pero desde luego, lo que te das cuenta es de lo afortunados que somos de vivir en la época en la que vivimos, hasta cuando de pasar por una pandemia se refiere. Yersinia pestis, ésa fue la bacteria protagonista de "la muerte negra", transmitida por las pulgas de las ratas. Fue introducida en Málaga a través de las ratas que infestaban los barcos que traían el "trigo de mar", necesario por la falta de trigo ocasionado por las malas cosechas de aquel año. Pero, claro, eso entonces no se sabía.
Muchas fueron las teorías que se dieron para explicar la causa de la epidemia y, en base a esas teorías, sin muchas o ninguna base científica, se tomaron medidas no siempre acertadas, sino todo lo contrario. La superstición, la religión y los intereses de las clases pudientes fueron el caldo de cultivo de las muertes y las injusticias. No quiero contarlo todo, aunque la historia está ahí para quien quiera conocerla, solo puedo recomendar que os apuntéis a una de estas visitas, porque vale la pena aprender de esta manera diferente uno de los episodios más terribles de nuestra ciudad.