Si la amistad te ha traido por aquí, eres bienvenido para compartir mis momentos de tranquilidad, aquellos que podré dedicar a este diario, sin guión, ni intención.
Y si es el azar lo que ha hecho que aterrices con un click en este blog, bienvenido también: si llegaste y encontraste algo que te sirva, mejor.

¿Quién lleva el timón?

   Mi nombre es Esther López. Nací en Málaga y, desde hace unos años vivo en Benalmádena, un pueblo precioso de la provincia, bañado por el mar: No podía ser de otra forma. Puede que pase algún tiempo sin hundir mis pies en la arena de su playa, o sin inspirar su embravecido aroma en la tormenta, o sin dejar que el sonido de su calma se lleve mis sueños hasta el reflejo de la Luna..., pero sé que está ahí. Sé que, a unos pasos, me aguarda para darme su fuerza o su consuelo si lo necesito.

   Estudié y me licencié en Biología, aunque nunca me he considerado bióloga, puesto que nunca he ejercido como tal. Mi vocación resultó ser la docencia y ahora estoy entregada a esta profesión. Tengo la suerte de enseñar algo que siempre me gustó estudiar. Mi proyecto personal: hacer que mis alumnos amen esta asignatura, que se vuelvan curiosos en cuanto a la vida que somos y que nos rodea. Y, sobre todo, que amen aprender por el hecho de aprender. Esta actitud hará que sean mentes despiertas y, sin duda, las mentes despiertas son las que hacen sus sueños realidad. Deseo transmitirles mi propia experiencia, por la cual sé que se sigue aprendiendo toda la vida, les intento explicar que en esto de ser profe, lo más curioso es que cada día con ellos, yo me vuelvo también alumna, porque todos tenemos algo que mostrar y yo procuro absorber lo mejor de cada uno de ellos: su alegría, su vitalidad, su ingenuidad, su indignación...

   Si duda, otra parte importante de mí, son mi familia y mis amigos. A ellos están dedicadas estas cartas de navegación. Yo llevo el timón, pero no habría timón si ellos no existiesen. Y no sé aún si llegaré a buen puerto, pero, en mi travesía, son el faro que busco en la noche.

   No hay mucho más que saber de mí, al menos de lo importante, lo demás son detalles que, quizás se desvelen entre las líneas de lo que escriba. Sí, quizás  eso también sea relevante, escribir lo que siento es algo necesario en mí. Aunque creo que, a estas alturas, eso es algo evidente.

   Si te apetece, puedes ver también algunos de los proyectos que tengo con mis alumnos en nuestro blog:      En mi otra clase