Esto de no tener internet en mi último destino está haciendo que me retrase a la hora de poner al día mi bitácora. Seguramente a la única que importa esto es a mí, que no me la doy de tener fans entre vosotros que no vivan si no reciben puntualmente actualizaciones de mi fantástica literatura (por cierto, ya he conseguido arreglar el fallo que estaba habiendo con la recepción de mis posts a algunos de vuestros correos, o eso espero, comentadme si recibís esta entrada). Aún así, debía esta reseña referente a mi cumpleaños porque es para agradecer a todos los que me felicitasteis en este día. Tenía muchas ganas de celebrar este año, pues en comparación con el anterior, esta vez tenía cosas que celebrar. Que está muy bien eso de decir que siempre hay cosas por las que sentirte feliz (la familia, amigos...) y es cierto, gracias a eso he sobrevivido y celebro, no solo el día de mi aniversario, sino todos los segundos de mi existencia, que eso sea así. Pero las ganas de celebrar, ésas solo las tienes cuando lo que te hace infeliz desaparece, nos pongamos como nos pongamos.
Al final, no ha resultado como esperaba. La cosa empezó bien, días antes recibí una visita inesperada con un resultado tan agradable como se podía esperar,la noche antes del día señalado pasé una velada estupenda con mi amiga Rocío, y lo cierto es que también después del día X he celebrado de otra forma, con otro amigo al que siempre debo agradecer los kilómetros que se echa a la espalda para regalarme su compañía, incluso este fin de semana, con algo de retraso,recibí regalito de otra cumpleañera. Pero no fue así el uno de Mayo... Me pasé el día prácticamente sola. Recibí muchos what´s apps, pocas llamadas y tan solo una visita. Hasta tuve un malentendido con unos de mis mejores amigos que, gracias a Dios, ya está resuelto y que, como suele pasar, ha servido para quererlos más si cabe. Pero para que veáis cómo son las cosas, así de feliz estoy que nada de esto tiene importancia más que por un breve instante.
Otros lo habéis entendido perfectamente y además os lo habéis montado de forma original para hacerme entrega del regalito. ¡Qué bonitos detalles! Gracias, muchas gracias.
No tuve tarta, pero soplé mi vela cuyo deseo, no me importa decirlo, gasté para pedir que todos los que me rodean, como yo misma, tengamos por delante un futuro mejor del que vivimos. Que no me faltéis. Que no dejéis de quererme a pesar de las veces que pueda meter la pata. Yo tampoco dejaré de hacerlo.
No sé cuándo pero mi ordenador llevará una pegatina con todos los nombres de los que habéis hecho posible su adquisición: Irene López, Antonia Calderón, Rocío Lavado, Silvia Peláez, Mª Luz Arraez, Javier Velasco, Christian.
Y por el asesoramiento a mi hermano y a mi amigo Monti, que también esto tiene un valor incalculable.
Quizás ésta sea mi última semana en este destino, así que supongo que pronto os contaré algo sobre mis días en Algeciras. Mientras tanto, un abrazo a todos, como siempre.
Y por el asesoramiento a mi hermano y a mi amigo Monti, que también esto tiene un valor incalculable.
Quizás ésta sea mi última semana en este destino, así que supongo que pronto os contaré algo sobre mis días en Algeciras. Mientras tanto, un abrazo a todos, como siempre.
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