sábado, 7 de noviembre de 2015

SINTIENDO EL VIENTO

Pasiones. No hay ninguna otra cosa que pueda asegurar más a cerca de mí: que mi corazón se guía por las pasiones por más que, en tantas ocasiones, quiera atender a las razones. Y me rindo, así soy, si es malo algunas veces, también es bueno otras tantas. Mejor que el que me quiera sepa poner en la balanza lo que hay y decida si le compensa. De la misma manera lo hago yo y, con la mano en el corazón, confieso que no me arrepiento de nada. Al final, si me equivoco, no será por haber ido en contra de mís sentimientos. Y si alguna vez me siento veleta, pues veleta soy, ¡qué le voy a hacer!, giro en pos de la fuerza de esas pasiones, no puedo ir contra el viento. El viento manda y, tal vez, no sea veleta, sino que soy el propio viento. Y, sea lo que sea, ni la veleta ni lo que la mueve mienten, solo cambian de dirección porque no hay nada inmutable sino el propio cambio. Ser coherente, sencillamente, es aceptarlo así, comprender que la única verdad es la del instante presente.

Hoy sopla un fuerte vendaval, un levante con fuerza arrebatadora que huele a sal y que moja de mar. Vuelo ahí dentro, sintiendo el vértigo en las entrañas, pero sin miedo. No temo caerme porque conozco sus tiempos. Paradoja estar siempre tan espectante siendo tan conocido el viaje. Quizás ésa es la variable que hace de ese viento el más arrollador de los que me mueven.

Tal vez, el viento me vuelva a hacer golpear contra vetustos acantilados. Tampoco lo podré evitar, la naturaleza, mi naturaleza, así lo contempla. Pero no hay más que decir, lo acepto, no sé vivir feliz sin dejarme llevar por mis pasiones, no sé estar mucho tiempo en calma, mi paz está en el caos, qué sé yo... solo que debo dejarlo soplar, rugir, existir. 

He perdido mucho tiempo y mucha energía intentando encerrar el viento. No quería que me despeinara, ni que me arrugase las ropas. Sin embargo, ahora que me rendí, veo la belleza de mi cabello enrredado y de mis vestidos rasgados. Así que, adelante, que me arrolle, que aquí estoy, dispuesta a volar... siempre a volar.

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