sábado, 29 de agosto de 2015

"PIZZA & LOVE" Y UNA CLASE BAJO LA LUNA LLENA

¿Qué hacer cuando tu monitora preferida te envía una invitación muy ilusinada para asistir a una master class para dar la bienvenida al nuevo curso? Pues no te queda otra: vas. Y vas con la misma ilusión con la que ella te ha invitado, con todas las ganas del mundo por bailar con las antiguas compañeras, a pesar de que sabes que para ti no será una bienvenida sino un nuevo adiós. Sin embargo, aunque esta sesión de apertura no lo sea para ti ya que que no es nada probable que se repita mi destino en Órgiva, vale la pena volver, aunque sea para pocas horas. Vale la pena ser recibida con tantas ganas y pasar una noche entre amigas que se alegran igualmente de compartir esta jornada contigo. 

Así que bailé otra vez guiada por nuestra encantadora María, animada por su energía y contagiada de su entusiasmo. Orgullosa de no haber olvidado en estos dos meses casi ningún paso de las coreografías y sintiendo el sudor mezclarse con el aire mágico de la Alpujarra, un sudor alegre que hace brillar mi piel de verano bajo la Luna. Bailaba y, al tiempo, era capaz de bromear con mi ex-alumna que, como siempre, era mi ala izquierda; y giraba y miraba a esa Luna increible en el cielo que parecía decirme: "la vida te llama, todo puede ser y todo va a ser posible". Pensaba en mi próximo examen, convencida de que lo superaré, pensaba en mi próximo destino, que llegará a tiempo y será otra nueva gran experiencia, pensaba en que todo va a salir bien. Esto es cargarse las pilas. Y esto solo ocurre así en lugares como éste. ¡Qué gran privilegio sentir que ocurre! 

Pero antes, antes hubo recibimiento de Isa, que me abre las puertas de su casa igual que las de su corazón. Una amiga que llegó con el viento de este pueblo  y que me arrolló con su generosidad y su hospitalidad. Ella sabe, igual que yo, lo que ambas ganamos aquel día en el que esta aventura interina me llevó a Órgiva. Esta vez, el pueblo parecía festejar nuestro encuentro. En realidad es que la vuelta ciclista pasaba por allí, pero qué más da, la fiesta era para nosotras... Degustamos buenas tapillas y pedaleamos por una buena causa, y vimos lo que es bailar encima de una bicicleta. ¡Qué cosas hacen algunos!
No puedo evitar echarla de menos todos los días, aunque sé que siempre estará a la vuelta de la sierra.
Las despedidas lo son menos cuando sabes que otro encuentro llegará. Aunque antes de que guiñe la mañana, aún nos queda tiempo para sentarnos todas a cenar un buen plato de risas con provoleta y pizza, haciéndolas pasar con unas buenas jarras de cerveza, que se me antojan
el elixir de la amistad. No podían ponerle mejor nombre a este rinconcito culinario: Pizza & Love. La calle se ilumina de cariño con olor a orégano y leña. Un lugar para recordaros siempre. Os quiero.

lunes, 24 de agosto de 2015

SOBREVOLANDO EL PALMAR

¡Estoy hecha polvo! Pero ha sido un día tan estupendo que antes de descansar voy a hacer un último esfuerzo y voy a dejar aquí la pequeña muestra que sirva de recuerdo, como siempre. 

La verdad es que todo el fin de semana ha sido "guay", quizás porque ya me debo ir despidiendo por ahora de divertirme hasta que termine el p... examen de inglés, que ya no queda nada ... ¡¡Argggg!! El viernes tuve un día de playa muy "natural" en Cabo Pino, con mi amiguísima y a la noche, nos fuimos a "pecar" al Castillo Sohail, porque comer las delicattesen en cartuchitos que degustamos en el evento de vehículos reconvertidos en cocinas y terminar con ese "peazo" de gofre con nata y Nutella..., eso, eso, señores, es pecar, jajaja, pero, oye, ¡no pude ser más feliz poniéndome "morá" mientras escuchaba musica de los Beatles, que por si fuera poco gozo el entorno que ofrece el castillo y lo original de los "restaurantes", encima, el ambiente musical era retro. Vaya, me faltó arrancarme a bailar como una loca, pero mis tacones en el suelo inestable del lugar me obligaron a ser prudente, lo cual, sin duda, mi amiga agradeció.

El sábado, como no podía ser de otra manera, hice sesión doble de walking, que si bien no sé si sería suficiente para compensar la sobredósis de calorías de la nocha anterior, al menos, acalla la conciencia. Luego "spa", eso sí, porque yo lo valgo. Y luego, a dormir temprano para poder madrugar hoy...

Cinco de la mañana. Hora de enfundarme la ropa de deporte, echar las cosas de la playa al coche y esperar a mi madre. Me la llevo al Palmar de Vejer para darle mi regalo de cumpleaños. Ha sido una paliza de coche, ¡ufff!, pero ha merecido la pena. A las nueve de la mañana estábamos ya esperando para volar en Paratrike. Las previsiones meteorológicas no se han cumplido, por lo visto, y por poco el viento hace que no podamos despegar. Ha habido un momento en que ya estaba pensando que habíamos hecho el viaje para nada, pero, al final, ha podido ser y lo hemos disfrutado un montón. ¡Qué cortito se ha hecho! Yo me hubiera quedado allí arriba un buen rato más. Me da pena no haber hecho un vídeo desde las alturas, pero es que era la cámara o yo y, sinceramente, he preferido disfrutar a conciencia de esos minutos maravillosos. Y mi madre igual. Eso sí, desde abajo nos hemos grabado mutuamente para que quede constancia, que casi en seguida parece que ha sido un sueño.

Además, cuando el día continúa con más cosas, al final parece que lo que hiciste por la mañana ya es cosa del pasado... La cuestión es que esta breve excursión al Palmar ha servido de excusa para echar un ratito también con mi amiga Aurora a la que siempre me alegro de ver. Lo que me da pena es no haber tenido este verano la oportunidad de pasar un par de días juntas, pero bueno, hoy no ha faltado unas cañitas, un paseito playero y una sesión de fotos para que no olvidemos estos pequeños encuentros que no dejan de ser grandes. 

Nos despedimos de Aurora y Paco y ponemos rumbo a Vejer de la Frontera. Hemos decidido hacer algo de turisteo en ese pueblo tan hermoso repleto de rinconcitos encantadores y donde deberíamos comer más de cuarenta veces para probar todos los sitios que nos han llamado la atención. Al final, hemos elegido un restaurante encantador junto al mirador donde se nos ha hecho la
boca agua. Nada mejor que comer bien antes de ponernos de nuevo en la carretera para volver a Málaga. A pesar de tanto kilometraje, lo cierto es que, en esta ocasión no se me ha hecho demasiado pesado. Iba con mi madre dándome palique y muy, muy a gusto por un día tan perfecto. Ella ha disfrutado, sobre todo, lo sé, de pasar el día conmigo, y yo más por haber acertado con mi regalo. Te quiero mamá.

El postre lo hemos reservado para la despedida, así que al llegar a Benalmádena, nos hemos ido a una heladería del Arroyo de la Miel y hemos acabado a la italiana. ¡Mmmmm, buenísimos! 

Con la sonrisa que te deja un buen día en la cara, aún me han quedado ganas de darme mi caminata diaria y, ahora, por fin, tras la ducha de rigor, estoy cómodamente repantingada en mi cama con el oredenador sobre las piernas para dar cuenta de toda la jornada. Por cierto, aún sonrío.

viernes, 21 de agosto de 2015

LA ÚLTIMA CICATRIZ



Va siendo ya familiar recibir un correo electrónico informándome de que mi microrrelato ha sido seleccionado para el libro antológico que recogerá los mejores que se han presentado a concurso. No me voy a quitar mérito ni a desmerecer a otros que, como yo, han sido seleccionados, aunque tampoco tiro cohetes porque, total, ni me estoy presentando al premio Planeta, ni mi mayor ilusión es ganar un concurso. Lo que realmente me llama la atención de estas cosas es saber que alguien más que mis allegados y yo misma leerán algunas de mis cosillas. Los micros han resultado ser un formato que gusta por lo breve, aunque yo sigo siendo de las que se enrrollan como persianas, así que también es un buen ejercicio al que me está gustando engancharme. 

En esta ocasión, el tema que proponían los amigos de Diversidad Literaria era el romanticismo, así que, aquí os dejo mi micro al que titulé  LA ÚLTIMA CICATRIZ para el libro "PORCIONES DE ALMA". Unas líneas para recordar y recordarme que el amor es mucho más que los estereotipos románticos que nos tratan de vender siempre. Lo importante no es lo que se hace o se dice, lo importante es  cómo se hace y cómo se dice. 


LA ÚLTIMA CICATRIZ


Descubrió que las cicatrices pesan. Al menos, ésas que acaban abigarradas en las paredes del corazón. Las de rosas que tan solo se soñaron y velas en cenas que no se encendieron. Mas cuando su corazón  soporta sus latidos finales, sabe que nadie le dio más amor que el que limpia su último vómito con la misma silenciosa dulzura con la que la había besado cada día de su vida.

viernes, 7 de agosto de 2015

CAPÍTULO 9: CIBERLUAN: BUSCANDO LA AGUJA...







Sigue sin ser nada pretencioso, tan solo otra forma más de contar historias que no me caben en este diario, pero ella seguirá creciendo y yo cada vez soy más amiga de Luan.

CAPÍTULO 9