sábado, 18 de octubre de 2014

BURBUJAS DE SENSUALIDAD



 La música siempre nos hace sentir, aunque nunca antes la había sentido así. Cada tema un regalo que ha sido, al final, una travesía inolvidable. Gracias por este  viaje inesperado.

"Escucho el gorgoteo dentro del cristal mientras el vapor se abre camino impregnando con su sabor mis sentidos. Cuando me aclimato a la extraña realidad que descubro, pasa la inquietud y me acomodo sobre él. Recuesto mi cabeza sobre su pierna, mi boca deja de hablar para que hablen los besos, dejo de oír el ruido para empezar a escuchar la música y cierro los ojos para mirar con la piel. Dejo que esa música se haga grande, inmensa, que se despedace en mil sensaciones que penetran por cada poro entre él y yo.

Sus manos se aprietan en torno a mi cuerpo, como si yo fuese el instrumento del que tuvieseque extraer esas notas, ese timbre, tal y como él las está percibiendo. Mientras, yo, en cambio, transformo el ritmo y la melodía en danzas que solo yo imagino, a veces melancólicas, otras alegres, ligeras como nubes o con la fuerza de la crudeza. Vuelo. Lo siento todo fuera de mí como si estuviera ocurriendo muy lejos. Sin embargo, todo ocurre con una intensidad inaudita justo dentro.

Su voz me devuelve al tiempo. Lo escucho, sonrío y un segundo más tarde vuelve a acompañarme al infinito. Me acompaña en silencio y deja que sea feliz para mí.



De pronto, los bailes de mi cabeza mueven mis pies. Primero siguen el ritmo sin levantarse, pero la necesidad los hace abandonar el recato y, por fin, convencen a mis caderas, a mis manos, que se unen en lo clandestino, allí bailan mis dedos. Los suyos se les unen en esa cálida sala de baile. La música retumba en mi vientre. Me rindo ante ella, me rindo ante todo. Definitivamente deseo levantarme y bailar. Bailo ante su mirada atenta pero mis ojos continúan cerrados. Yo sigo contorneándome egoista, solo para mi disfrute. No controlo mis movimientos, no los estudio, no los decido. Solo vuelo a pesar de no dejar de rozar el suelo.

No hay de qué preocuparse. No lo abandono. Pronto mi boca también desea danzar en él. Lo hace rítmicamente, delicada, pero demostrando firmemente que anhela acompañarlo. Nos acompañamos en ese Universo paralelo que hemos creado donde la materia y la energía no son más que pura sensualidad."

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