domingo, 24 de julio de 2011

OKTOBERFEST, PERO NI EN MUNICH, NI EN OCTUBRE


Llegando final de Julio, el Castillo Sohail de Fuengirola acoge entre sus muros el espíritu del tradicional festival de Octubre que se celebra anualmente en Munich. Se cuelgan carpas, se plantan hileras de  grandes mesas con bancos, se abren cantidades inmensurables de barriles de cerveza alemana de todo tipo y se impregna el aire con el aroma de las salchichas cocinándose sin pausa en los fogones de puestecillos varios. 

Ayer, como si de un ritual se tratase, inauguramos el festejo de este año. Es la cuarta edición y es imposible faltar a una cita que te deja cada vez mejor sabor de boca y, como es natural, una buena borrachera y afonía para uno o dos días que constate que estuviste, que te subiste a tu banco,  e incluso a la mesa, a berrear al compás de la banda, ondeando, cual bandera, un estandarte común que no es otro que tu jarra de cerveza.

Pues ya veis, no es que haya más, pero esperamos siempre con ganas que llegue este momento. ¿Y qué es lo que engancha? Anoche, entre las risas, las fotos, las canciones que destrozamos juntos a pleno pulmón y las reverencias comunitarias ante los compases de “Paquito el Chocolatero” (y otras varias), reflexionaba sobre esta cuestión. Creo que nos gusta vernos hacer algo juntos. No importa que no conozcas más que a los colegas con los que te has sentado a la mesa. Después de la primera jarra ya compartes la mostaza con la familia de al lado, y cuando te has zampado tu salchicha y te han servido la segunda birra ya eres del mismo clan que toda la gente que está bajo la carpa. Da igual que sea solo por un momento, pero te levantas junto al que está a tu lado y sientes camaradería. El bombo toca y la banda te recuerda que: “-Alcohol… Alcohol…alcohol, alcohol, alcohol…. Hemos venido a emborracharnos…el resultado nos da igual…” Lo manifestamos rabiosamente como si fuese un credo (es gracioso porque la verdad es que nunca me he ido tan borracha de allí) y es la escusa para perder los complejos, olvidarte de las facturas y de la convocatoria de las próximas oposiciones. Sí, creo que es eso lo que quiere decir eso de que el resultado nos da igual. Todos necesitamos perdernos en esa multitud que canta desinhibida. Y es más fácil perder el norte por un instante cuando todo el mundo lo va a celebrar contigo. En el Castillo Sohail, cada final de Julio, está permitido ser una “cabra loca”. Es más, todo el mundo desea que la primera “cabra loca” se anime para seguirla.


lunes, 18 de julio de 2011

ALONE AGAIN

¡Qué subjetiva es la soledad! Podemos ser conscientes del dolor de otra persona, de su soledad, pero al volver la esquina se convierte rápidamente en una anécdota más del día, ya no pensamos más en el ese dolor que, sin embargo, permanece en ese rostro que ya no vemos, que ya no sentimos... Y, por el contrario, cuando la soledad es nuestra, nos preguntamos incrédulos cómo es posible que tras la puerta de en frente pueda haber alguien realmente feliz. En realidad es necesario que sea así, porque ¿cómo podríamos vivir con el dolor de cada ser si a veces es casi imposible vivir con el propio? Por eso, quizás me atreva decir sin apenas márgen de error que no hay mayor fortuna que tener a alguien que jamás olvide cuando el dolor llega en tu soledad para quedarse.


 Gilbert O'Sullivan - Alone Again (Naturally)
In a little while from now,
If I'm not feeling any less sour
I promised myself to treat myself
And visit a nearby tower,
And climbing to the top,
Will throw myself off
In an effort to make it clear to who
Ever what it's like when your shattered
Left standing in the lurch, at a church
Where people 're saying,
"My God that's tough, she stood him up!
No point in us remaining.
May as well go home."
As I did on my own,
Alone again, naturally
To think that only yesterday,
I was cheerful, bright and gay,
Looking forward to, but who wouldn't do,
The role I was about to play
But as if to knock me down,
Reality came around
And without so much as a mere touch,
Cut me into little pieces
Leaving me to doubt,
All about God and His mercy
For if He really does exist
Why did He desert me
In my hour of need?
I truly am indeed,
Alone again, naturally
It seems to me that
There are more hearts
Broken in the world
That can't be mended
Left unattended
What do we do? What do we do?
Now looking back over the years,
And what ever else that appears
I remember I cried when my father died
Never wishing to have cried the tears
And at sixty-five years old,
My mother, God rest her soul,
Couldn't understand, why the only man
She had ever loved had been taken
Leaving her to start with a heart
So badly broken
Despite encouragement from me
No words were ever spoken
And when she passed away
I cried and cried all day
Alone again, naturally
Alone again, naturally 

sábado, 16 de julio de 2011

NO ESTÁ HECHA LA MIEL PARA LA BOCA DEL BURRO

   ¡Con todos mis respetos para los burros! De hecho, creo firmemente que quizás los burros sean más dignos y capaces de apreciar tal manjar que alguna clase de personas. Entendiendo por miel, en este caso, conceptos como el diálogo y el respeto y la posibilidad de llegar a un buen entendimiento a través de ellos.

   Si me acerco con respeto a alguien y hablo con educación tratando de explicar mi postura, aunque contraria a la suya, confío en que, en primer lugar, me escuche y que quizás me contradiga, pero siempre con educación e igual respeto que con el que yo me acerqué.
   Si cumplo las reglas, si éstas se concibieron para mejorar la vida en comunidad, siento que estoy en mi derecho de esperar que los que en dicha comunidad viven, cumplan las mismas normas a las que también se deben. Pero se ve que peco de inocente pues, lo cierto es que, las reglas solo las siguen aquellos que no necesitan ni verlas escritas porque, sencillamente, nos basta el sentido común y el respeto por los derechos ajenos. No obstante, justo ese tipo de personas que carecen de estas conexiones sinápticas referentes a la empatía, aunque les tatuasen en en la piel unas simples condiciones para la vida comunitaria, se recrean una y otra vez en pisotearlas y, ya de paso, incordiar a sus vecinos. Además, si te atreves a decirles algo, te increpan, te insultan y te gritan que te vayas a vivir a un monte si te molestan... ¿No son ellos los que debieran pastar lejos de la civilización? Bueno, si pudiera, creo que les haría caso y me iría yo, que seguramente sería más feliz despertándome con los bucólicos sonidos del campo que con la chirriante voz de mi vecina.

   Desgraciadamente, dado que este debe ser mi lugar durante bastantes años, podréis adivinar quién sale perdiendo siempre en estos casos: Obviamente yo. Aún así, debo darme la vuelta, cerrar la puerta de casa y aguantarme con la frustración de no solo no haber arreglado nada, sino de haberlo empeorado, porque tras mis pasos de regreso me persigue por último una amenaza_ "Te la tengo jurada"_ que quisiera yo saber qué es lo que tendrá pensado, que no es que le tenga yo mucho miedo a los perros ladradores, pero he de confesar que esta mañana he ido a mirar las ruedas de mi coche...por si a caso. Y, como decía, a pesar de esto yo sigo en mis trece de que la educación ha de primar sobre la ignorancia y de que no se debe resolver  nigún asunto mediante ningún tipo de violencia, verbal o física. Me abrazo al orgullo de haber tratado de dialogar y de no haber entrado al trapo de más confrontación en vista de la imposibilidad de tal diálogo. Pero sigo sin conseguir que mis días y mis noches en este bendito lugar del  que decidí hacer mi hogar tengan la paz que perseguía. Si el incumplimiento de las normas no conlleva una sanción, ¿a cuento de qué vienen tantas reuniones y tantos mails informativos por parte de la administración de esta comunidad? El único consejo que he obtenido de la misma es que procure no buscar problemas...¡Ni que yo los buscara! Repito: No soy yo la que deja la basura en la puerta, no soy yo la que tiene unos perros que no dejan de ladrar y llorar, no soy yo la que habla y discute a voces hasta las tantas de la madrugada. Supongo que la siguiente opción es llamar a la policía...Bueno, no sé qué me retiene a hacerlo: el no querer llevar las cosas tan lejos o el que si lo hago y no encuentro la atención adecuada me quede aún más decepcionada... ¡Bah! Creo que va a ser más práctico buscar una farmacia de guardia, comprarme unos buenos tapones y...tomarme un buen vaso de leche caliente con MIEL, que templa el ánimo y ayuda a dormir.
   ...Lástima que la realidad de unos vecinos molestos no sea tan divertida como la ficción de los mismos: