Ya tengo web desde la que empezar a hacer tangible este proyecto mío que ya empieza a contar con encargos reales. Solo quiero daros las gracias por difundir la idea y por apoyarme. Sobre todo a los que me habéis hecho los primeros encargos... Eso me ha animado muchísimo.
Creo que me ha quedado mona la web, a ver vosotros qué pensáis:
Todos en algún momento de nuestras vidas hemos deseado creer en la magia. Deseamos que exista un mundo mágico más hermoso que el nuestro y donde todo lo que aquí no es posible allí lo sea. En más de una ocasión ya habéis leído en este espacio relatos sobre días especiales que he adornado de toques fantásticos porque pienso que convertir un hermoso día en un cuento lo hará más inolvidable, por eso, he regalado a ciertas personas estas pequeñas pinceladas de magia. Además, por si fuera poco el hecho de haber compartido ese buen rato, tengo la satisfacción de ver cómo han disfrutado después de leer y ver el relato mágico en que se ha convertido.
Porque me he dado cuenta de que la gente disfruta bastante con esto, se me ha ocurrido dar un paso más y además de crear y compartir relatos con los míos, he pensado que quizás a alguien le apetezca regalar un cuento personalizado... No sé, hay quien se gasta el dinero en un álbum de fotos, o en que le hagan una carta astral, así que me he dicho, ¿por qué no? Me voy a dedicar en este año "obligadamente sabático" a hacer cuentos por encargo. Necesito que corráis la voz... y que me recomendéis, claro. Los precios baratos, desde 10 euros dependiendo del formato.
En fin, no sé si la cosa cuajará, pero si a alguien le interesa, que se ponga en contacto conmigo a través de este correo electrónico: cuentaleuncuento@gmail.com, poniendo en el asunto CUENTO PERSONALIZADO. Necesitaré saber para quién es el cuento, la relación que tiene con quién lo encarga, el motivo (cumpleaños, nacimiento, aniversario, etc.) y algunas cosillas más que ya le indicaré a través del mismo correo, así como del presupuesto según la posibilidad de formato que desee.
No he pensado aún en la forma de pago, pero imagino que será por transferencia bancaria previa al envío del relato, claro.
Para que tengáis algo de referencia os dejo aquí la un pequeño cuento que escribí como introducción a un montaje que preparé para la despedida de mi hermana. En realidad el formato final es de vídeo, pero he extraído esto para que os hagáis una idea...
Yo no sé el vuestro, pero mi facebook, de un tiempo a acá, está lleno de imágenes con frases profundas que todos subimos y compartimos porque pretenden crear en nosotros pensamientos positivos. Y son magníficas reflexiones y realmente comparto la idea de que enfrentarse a la vida con optimismo es, no solo importante, sino la única manera de no volverse loco...pero, os juro que estoy saturada. De hecho, creo que de tanto intentar pensar en positivo estoy empezando a sentirme agotada, porque, ¡joder!, no es que yo sea negativa, es que ahora mismo está la cosa bastante oscura, por no decir negra, y por más que intente visualizar un mañana mejor, la cuestión es que el bolsillo está vacío y las facturas se acumulan. Para colmo, con tanta reflexión positivista que, obviamente, ahora mismo, no consigo, todos los días, compartir, me estoy creando complejo de amargada y sentimiento de culpa por no poner una sonrisa perenne en mis labios a pesar de mis penas.
Así que hoy he decidido reivindicar mi derecho a estar triste y enfadada si me da la gana, porque creo que tengo motivos para estarlo. No todo el rato, ni todos lo días... pero, caramba, es que no estoy así siempre, simplemente hay momentos, que duran más o menos, que quiero llorar, que quiero sentirme en el fondo, quizás porque después de estar en el fondo durante un rato, no te queda otra que sentirte algo mejor. Y, porque ya está bien de renegar de ciertos sentimientos. La tristeza es tan necesaria como la felicidad, es más, si nunca has estado triste, ¿cómo sabrás que eres feliz?
En fin... y no veas ahora lo que queda: Llegan los dias navideños.Por cojones hay que tener espíritu navideño y por cojones hay que estar radiante de felicidad. El what´s app ya está empezando a saturarse con esos, para mí, odiosos mensajes cadena de angelitos de la suerte; romero, romero... que se vaya lo malo y entre lo bueno; corazoncitos y estrellas formando árboles de navidad..., que si no los reenvías a 20 personas, te traerán mala suerte y esas mierdas... Bueno, pues tranquilos, seguro que vosotros tenéis un año afortunado porque ya me he encargado yo de atraer sobre mí toda la mala suerte del Universo, porque no reenvío ni una sola dichosa cadena.
Yo lo único que entiendo del espíritu navideño es que se trata de tener esperanza. Realmente, ¿alguien piensa que si no tuviera esperanzas seguiría viva? Puede que la añoranza de tiempos mejores y la importencia por no poder hacer cuanto quisiera, que por otro lado no es gran cosa: trabajar, haga que me cueste ser la alegría de la huerta, puede hasta que me cueste buscar la compañía de muchos de vosotros, simplemente porque no puedo regalaros esa alegría y ya no estoy dispuesta a cargarme, además de todo, con la tarea de fingir sonrisas. Pero la esperanza, ésa que es profunda y que se puede llamar fe, está en mí cada segundo de mis días, los buenos y los agónicos. El amor, ése del que también debemos prodigarnos en Navidad, está también en mí todo el resto del año. El amor a mi familia y el amor a mis amigos y a mi profesión... el amor a la Vida, simplemente. Aunque no tenga muchas ganas de cantar ni bailar para celebrarlo, lo cierto es que, sencillamente, la Vida no es siempre rosa y yo también aprecio lo que me da la Vida tras mis lágrimas. Ya lo he dicho antes, en tiempos difíciles es quizás cuando más se valora un buen momento. El año pasado tenía más de cien alumnos. Este año, tengo uno, y aunque dar una clase particular a duras pena me da para comer, adoro cada hora que paso ayudando a mi alumno a conseguir su objetivo. No creo que a esto se le pueda llamar falta de ilusión. Pero también lloro... ¿y qué?
En fin, que no es que esté en contra de todas estas frases y pensamientos hermosos que publicáis (y yo también) y que compartís, lo que pasa es que últimamente está llegando a ser machacón como una tamborada. Y, porque, además, me temo que es muy fácil publicar estas frasecitas, darle a un "me gusta" o a "compartir" pero, al igual que con todo lo que solemos denunciar vía facebook a través de otro tipo de imágenes, pero igual de machaconas, muy pocos nos molestamos en apoyar y atender "en directo" a aquél que está sufriendo. Me fastidia tener que rebuscar para poder, por fin, encontrar entre la publicidad y todas estas publicaciones en facebook, un solo comentario de alguno de vosotros que sea personal, que sea vuestro, que me diga algo sobre vosotros sobre lo que realmente tenga ganas de contestar... Tanta profundidad se me antoja, en el fondo, de lo más superficial, porque de vosotros, cada vez veo menos.
En cualquier caso, os deseo Feliz Navidad, no con un mensaje en cadena, sino con un rato de mi tiempo que he dedicado a pensar en cuantos quiero para hacer esta felicitación de esperanza.Con una canción que seguramente os traerá recuerdos de Navidades pasadas.