OLÉ Y OLÉ... DE PATERNA AL ROCÍO

Como no podía ser de otra manera, estando en Huelva, tenía que haber visita al Rocío. No ha sido la primera vez que visito la aldea en mi vida y seguramente ésta no será la última que vaya durante el año, pero sí ha sido la primera ocasión para hacer algo con mi compañera de destino, así que quería tener un detallito porque la verdad es que los días en Paterna no serían igual sin ella. Así que, ya ves, guapa, quedas registrada así en este diario de momentos que son mi vida. Confío en que nos queden muchos más buenos ratos que compartir.

I´LL FOLLOW THE SUN

No me gusta mucho conducir, todo el mundo que me conoce lo sabe, pero he de reconocer que a veces merece la pena. Pronto se alejarán estos días veraniegos que estamos viviendo de regalo. Pronto sacaremos del armario las mangas largas y cambiaremos las chanclas por las botas. Puede que mañana llueva, así que hoy seguiré al Sol... Y si para eso tengo que conducir cincuenta minutos a la playa más cercana, pues lo haré. 

Indecriptible la sensación de llegar. Tras un camino nervioso, atento a cada señal, intranquilo pero emocionado... Llegar es un premio. Ahora paseo y aún retraso un poco más el momento de pisar la arena,  de tocar el agua. Respiro el sabor salado del aire. Feliz de saber que, a pesar de no estar en casa, tendré el mar a una hora escasa para hacerme el mismo bien que siempre me hace cuando estoy allí, pero aún mejor. Sí, aún mejor porque, ¡cuánto más se valoran las cosas cuando no las tienes tan fácilmente!

Extiendo la toalla, me quito la ropa y hundo los pies en la fina arena, mojada, calidamente fría. El Sol que ya se inclina ante el otoño llega junto a la brisa y toca mi piel. Lo siento: torna canela el color del verano en mi cuerpo, es suave. Las olas rompen en la orilla dejando un ribete de espuma que juega a llamarme: Me llama y acudo. Camino. Entro en la libertad, me sumerjo en ella y renazco. Estoy viva. Estoy feliz.

Matalascañas

I´LL BE THERE FOR YOU

Hace unos años nos volvimos a encontrar y, desde entonces, casi a diario, hemos compartido nuestras vidas. ¡Quién me iba a decir que las oposiciones me iban a proporcionar tanto! Desde luego que el 2008 fue un año afortunado para mí, porque encontré en un antiguo colega un gran amigo... Para ser exactos, dos, porque venías acompañado de todo un personaje, al que ya no podré dejar de querer tampoco. En esta excursión le he echado en falta, pero de alguna manera ha estado presente... Imposible no ser así. 

Espero que te guste este pequeño montaje sobre nuestras excursiones de este maravilloso fin de semana.

Agradecida por tu visita y por haberlo pasado tan bien con tan poco. Y, sobre todas las cosas, agradecida por tener la suerte de contar contigo. Eres un Sol en mi vida y solo puedo decir que estaré allí por ti cuando lo necesites... Y cuando no lo necesites, también: Porque los buenos momentos no existirían si no hubiese amigos con los que compartirlos.

VACANTE EN PATERNA DEL CAMPO:NO TENGO TIEMPO

El pasado fin de semana se ha celebrado en Paterna del Campo la XI edición de la Ruta ciclista por la sierra de Paterna. Desde que llegué a este pueblo hace algo más de dos semanas, me ficharon como colaboradora en este evento, así que allí estuve, repartiendo vales de comida a los ciclistas que completaban la ruta y obsequiándolos con garbanzos de la tierra, aunque los sufridos deportistas hubiesen preferido en esos momentos un buen botijo con agua fresca... 

En este pequeño, pequeñísimo pueblo, que no llega a los 4000 habitantes, no hay mucho que hacer para divertirse, pero os puedo asegurar que cualquier escusa es buena para hacerlo. La ruta es pues todo un evento en el que, sin lugar a dudas, se vuelca al completo todo el vecindario. Es increible como la misma plaza, tranquila, desierta a según qué horas del día, el sábado era un hervidero de gente en el que no cabía un alfiler.

Palma del Condado

Bollullos

Clase de aerobic con Pepe

Esta vacante va a ser toda una experiencia. Aquí la gente sale a la calle con su silla "a la fresquita", como recuerdo del pueblo de mi madre cuando yo era niña. Y es imposible que no te conozcan. Si además eres profesora, quien más y quien menos tiene un hijo, sobrino o nieto al que le das clase, con lo cual todavía generas más interés.Así que, integrarse en la vida de estas calles es casi una obligación. En tan poco tiempo ya he sentido lo bueno y lo malo de esta particular situación: Participar en la vida del pueblo me ha creado una buena sensación. caminar por mi calle y que todos esperen tu saludo y se interesen por tu comodidad, por tus necesidades, ofreciéndote su ayuda y sus casas es agradable, me hace sentir arropada cuando estoy lejos de casa y de mi gente, con tantas cosas que echar de menos. Por el lado opuesto, el trabajo no se acaba cuando sales del instituto, sino que estando en el super puedes toparte con una madre ofendida porque a su hijo le has tenido que reprender con más dureza de lo normal... y no hay donde esconderse: a la buena señora has de explicarle allí mismo, entre latas de atún y lechugas que no has tenido más opción. Esta parte es, como poco, algo molesta... Pero, así son las cosas por aquí. Hoy, siguiedo con la vena deportista que me ha dado desde que llegué, me he apuntado a las clases de Pilates y aerobic que se imparten en el polideportivo del pueblo, promocionadas por el ayuntamiento. Otra ocasión para compartir con alguna madre algo más que el interés por las notas de su hija. En fin, en general, esto me gusta. Echo de menos mi playa cerca de casa, un supermercado bien surtido y poder comprar a las tres de la tarde, pero la amabilidad de esta gente no cabe en estas adoquinadas calles. En estos días, apenas si tengo tiempo de respirar, hay demasiado trabajo que hacer. Pero, en la medida de lo posible, procuro relacionarme con la gente que voy conociendo porque es bonito sentir este calor. También, a pesar de que me faltan horas para hacer cuanto debo, agradezco las visitas al llegar el fin de semana.

Bodega Roldán (Bollullos)

Tras mi colaboración en la Ruta, este fin de semana he visitado pueblos colindantes en buena compañia: la Palma del Condado, donde escuchamos una misa que parecía oficiada por Apu, el del badulake de los Simpsons y donde al preguntar cómo se salía del pueblo, en vez de indicarnos, el muchacho al que preguntamos cogió su coche e hizo que le siguiéramos para sacarnos de allí sin más. Bollullos, donde paseamos hasta dar con el casco antiguo bajo un Sol de justicia, pero donde por fin comimos estupendamente, tras sentarnos en un banquito frente a la iglesia con más nidos de cigüeña que he visto en mi vida.

En fin, que con o sin tiempo, espero seguir disfrutando de este curso y os animo a pasar por aquí, porque hay algo que siempre me falta cuando no estoy en Málaga, quizás justo lo que me hace sentir que estoy en casa: Vosotros.